Esta mañana, como todas la mañanas...caminé cuesta abajo en busca del taxi crema con guinda que me llevaría hasta la conexión con otro taxi que debería llevarme a la oficina, colina abajo. Pero esta vez fue distinto (tal vez traía la cara de desdichada-amargada-cansada post ejercicio matutino) pero la cosa es que un vecino (al cual no había visto) se ofreció a darme un aventón, el tipo tenía cara de no romper un plato, vestido de traje gris, con una corbata gris, gris el hombre. Acepté rápidamente de sólo pensar en los 20 minutos que me ahorraría. Entré al vehículo y me abroche el cinturon de seguridad (hay que prevenir). El hombre gris empezo a charlar de todos los lugares comunes; el clima, el tiempo, trabajo, vecindario, etc, etc. Me odié por no haber tomado un taxi.
Debió ver mi expresión fatídica o de plano se dió por vencido ante mi silencio, el hecho es que encendió el radio (debo mencionar que tenía CD Player, control remoto y unas bocinas que mi casa envidiaría) y me dijo -Quiero encontrar el noticiero, quiero saber qué paso con el pendejo de Fox. (debo confesar que en ese momento no lo vi tan gris)
me enteré entonces que a nuestro primer mandatario lo habían operado y que por ello su decisión sobre el conflicto bélico USA - Irak se había pospuesto. Sin preguntarle absolutamente nada, el hombre de la corbata gris escupió -Ojalá que el pendejo diga que sí a la guerra. Estados Unidos se las va a cobrar caro si dice que no. A Francia y a Rusia las tenemos muy lejos, tenemos que unirnos al más fuerte. Si te vas a vender, véndete al más cabrón.
Para ese momento yo tenía la cara petrificada (como la carita del messenger con los ojos abiertos y la boca horizontal) traté de decir una palabra, de refutarlo pero ya habíamos llegado a mi destino, bajé y le dí las gracias por el aventón, mientras contenía la rabia, mientras pasaban por mi imágenes de cadaveres, de cuerpos mutilados, de niños bombas, de un hongo gris pudriendo el aire y desollando a la humanidad.
posted by abril at 8:09 PM
Una guerra perdida hace mucho tiempo
No sé, no tengo idea de cómo el tiempo transforma todo, a todos. Sucede lentamente (o rapidísimo).
Un día no reconocemos al mundo, no sabemos en quién nos hemos convertido, recordamos muy vagamente quienes éramos. Sí, muy kafkiano. Algunos recordamos momentos exactos en los que dejamos de ser los que éramos. Otros ni siquiera somos conscientes del cambio, seguimos existiendo sin notarlo... con lo que nos queda.
posted by abril at 8:49 PM
